El pasado 18 de mayo de 2024, la Peña Flamenca La Albuhera vibró con una noche de arte y pasión gracias a las destacadas actuaciones de la joven cantaora prieguense Ana Jiménez y el consagrado tocaor Manuel Sánchez, conocido artísticamente como Arroyito Hijo. El evento atrajo a numerosos aficionados del flamenco, deseosos de disfrutar de un espectáculo que prometía ser memorable, y no decepcionó.
Ana Jiménez, con su inconfundible voz y presencia escénica, inició la velada con unas cantiñas que dejaron al público maravillado. Su repertorio continuó con bulerías de Córdoba, llenas de ritmo y energía, seguido por la profundidad de las peteneras y la alegría de los tangos. La cantaora culminó su actuación con un popurrí de bulerías, arrancando entusiastas aplausos y ovaciones de los presentes.
La maestría de Arroyito Hijo al toque no pasó desapercibida, demostrando una vez más por qué es considerado uno de los grandes del flamenco actual. Su acompañamiento no solo realzó las interpretaciones de Ana Jiménez, sino que también brilló al respaldar a Manuel Ruz. Este último volvió a hacer gala de su vasto conocimiento y dominio del arte flamenco, regalando al público una impresionante serie de interpretaciones que incluyeron malagueñas, farrucas, granaínas y medias granaínas, guajiras, seguiriyas y varios fandangos. Entre estos, destacó especialmente el fandango abandolao, también conocido como zángano de Puente Genil, que resonó con una autenticidad y profundidad que conmovieron a todos los asistentes.
La Peña Flamenca La Albuhera se convirtió en el escenario perfecto para una noche que celebró la riqueza y diversidad del flamenco. Los asistentes disfrutaron de una velada única, llena de emotividad y duende, que sin duda quedará grabada en la memoria de todos los que tuvieron la suerte de presenciarla. La combinación de talento joven y experiencia consolidada demostró, una vez más, que el flamenco sigue vivo y vibrante, capaz de emocionar y conectar generaciones a través de su profunda expresión artística.